Layda Rodríguez Irigoyen

Las conexiones intuitivas de Layda Rodríguez, representadas en composiciones abstractas recrean sobre la tela una alquimia fascinante de texturas, relieves, entramados, consistencias, densidades, así como de colores mezclados entre sí. Por ello, al observar sus obras en los lienzos nos conectamos inmediatamente con una explosión de colores espontáneo que conecta con el alma y con la magia de la pintura abstracta y con los accidentes y formaciones de la naturaleza y de las flores.

Sin duda, las combinaciones de diversas técnicas, guiadas por su intuición, dan como resultado una exquisita variedad de atmósferas.

En su proceso creativo, de búsqueda y experimentación constantes, abstrae las tonalidades, trazando muchas veces intuitivamente plasmando la pureza de los colores con ritmos naturales, del alma que fluyen y se esparcen de pieza en pieza.

Conjuga en armonía la danza colorida de pintura, ya sea óleo, tintas o acrílico, las luces y las sombras con el trazo instintivo que va surgiendo al compás del pincel, la espátula y su corazón. La materia pictórica adquiere, entonces, en sus cuadros una musicalidad, un aspecto dinámico, versátil y espiritual.

Se distingue por ser honda y traslúcida como el agua, fuerte y transparente como el viento, entrañable e íntima como el suelo y vibrante y explosiva como el fuego.