
Alfredo Bucay Atri
Alfredo es un artista curioso: todo está en su cabeza y todo busca descifrar. De una idea empieza su búsqueda sensorial entre la memoria y la realidad para transformar en materia a través de su técnica, que radica entre lo expresionista y lo abstracto. A partir de sus observaciones personales e íntimas busca deconstruir el mundo entre cada pincelada, para reflejar el límite de lo que existe provocando una emoción y transmitiendo su curiosidad innata hacia la observación.
Para el artista, la estética se relaciona con los cinco sentidos dejando de lado lo abyecto y lo racional: busca lo humano a través de la libertad creativa. Muchas de sus obras son oníricas: sensaciones que nacen en el inconsciente para intensificarse por medio del carácter de la pintura y sus colores donde más que contemplación se aboga hacia la imaginación del espectador para que explore pasiones como la tragedia, la comedia, el éxtasis…
El acto de pintar como acción creadora del ser humano que a partir de su cuerpo impulsa el movimiento hacia el gesto donde las fronteras no están claras, donde las líneas indagan en la sorpresa, en lo inesperado y en lo espontáneo de un mundo (tan) prefabricado como lo es la realidad. Dinamismo y energía contrasta con el espectador reflexivo y cerebral que buscará comprender la obra antes que adentrarse en ella, siendo esto último la invitación del artista: para crear habrá que soltar y claramente, desaprender para dotar de significaciones propias.